jueves, 19 de noviembre de 2009

Bacanal Gran Premio de Honor Presidencia de la Nación Argentina 1991


Aunque Salas encuentra en el dibujo el medio adecuado para mostrar el mundo alucinante y fantástico de sus criaturas. El papel blanco y la tinta negra contribuyen a marcar los contrastes de su universo plástico. Una imaginación inagotable y un gran conocimiento de la técnica compositiva y un gran conocimiento de la técnica compositiva le permiten lograr vigor y equilibrio en la estructura de la obra. A esto se agrega un trazo sensible que responde a las exigencias del tema y al temperamento del artista.
El pintor, aliado al dibujante, consigue que sus tintas mixtas tengan el volumen necesario para que sus figuras adquieran dramatismo y fuerza expresiva. El conocimiento de la anatomía le permite desdibujar las imágenes, en un expresionismo que resigna lo exterior para acentuar lo interior, lo sensible. Salas siente la necesidad de indagar en las inquietudes más íntimas y profundas del hombre, por eso lo enfrenta con el espacio, con el cosmos. Le interesa nuestra dependencia de un designio supremo y la búsqueda incesante y milenaria de un camino que lo acerque a lo divino. Esta parte de su obra, hondamente metafísica, no es sólo original, sino que demuestra que un artista puede "decir" y llevar la reflexión sin apartarse de lo estético.

Silvia Turbay, La Prensa, 1985

El premio mayor del 27º Salón Nacional de Grabado y Dibujo recayó en Sixto Aurelio Salas, un notable artista tucumano que nació en 1924. En su obra se advierte un sabio manejo del oficio, en Salas todo tiende a crear un clima que tiene un gran poder de sugestión. La línea y el claroscuro se complementan adecuadamente para definir una figuración dramática y expresiva.

Aldo Galli, La Nación, 21 de diciembre de 1991

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